top of page

Despertando en ásana

Actualizado: 8 jul 2023

Cuando ingresamos al Shala, automáticamente ingresamos en un espacio de no-tiempo.

Afuera -con nuestras zapatillas- quedan nuestros apegos, condicionamientos, eso que llamamos ego, nuestras tendencias y patrones automáticos (o al menos esa ha de ser nuestra honesta intención).

Si entendemos esto, desde un principio caminaremos sobre el piso del Shala como pisando un lugar sagrado, ritualístico. Depende de nosotros que así lo sea.

Colocamos nuestra esterilla -o mat- suavemente, porque hay otras personas que ya iniciaron su práctica, y eso nos inspira a la vez que nos instala en un clima único, propio de nuestro método.

Y cuando ya estamos listos, nos plantamos de cara al altarcito y entonamos un Mantra (conjunto de sílabas, palabras o frases que se recitan para invocar o sintonizar a la divinidad y entrar en meditación).

Ese altarcito, un símbolo de Eso con lo que queremos sintonizar, nos despierta shradda, una especie de fé en nosotros mismos, de que a través de esta práctica seremos capaces de transformarnos, de quemar cualquier vestigio de negatividad o "impurezas" mentales que provoquen en nosotros sufrimientos.


Si! Así de importante es el proceso del Yoga.


En ese Mantra que recitamos, invocamos (lo invitamos) a un tal Patáñjali.

Sabemos quién fue? Por qué lo saludamos cada día, le rendimos un pequeño homenaje, y pedimos que su energía se manifieste en nuestra práctica?

Este sabio, que compiló y sistematizó las enseñanzas del Yoga hace alrededor de 2500 años atrás, nos dice muchas cosas en su tratado o Dárshana, y una de ellas es: "El sufrimiento en tu mente (y por ende en tu realidad manifestada) puede - y debe!- ser erradicado"*. Para comprender mejor lo que nos anuncia Patáñjali, tengamos presente que desde el punto de vista del Yoga, todo lo que se manifiesta es el fiel reflejo de lo más interno, es decir, nuestra mente y lo que ella reproduce.


Ahora bien, esta excelente noticia*, cómo la linkeamos a la práctica que hacemos día a día sobre el Mat?

Para comprender tamaña declaración, por supuesto que hemos de estudiar a Patáñjali en profundidad (si es que nos interesa el Yoga como un todo).

Pero una de las cuestiones que ya podemos empezar a tener en cuenta (aunque no hayamos leído nada del tema), es la ecuanimidad (imparcialidad) que Patáñjali nos pide desarrollar.

De qué se trata? Ecuanimidad ante qué?

Existen dos fuerzas que constantemente "tiran" de nuestra mente: raga (deseo, atracción) y dvesha (rechazo, aversión, disgusto).


Permanentemente estamos sintiendo alguna de estas dos fuerzas tironeando en nuestro interior.


Nuestra mente entonces, siempre parece estar forzada a elegir y seguir a una de esas dos compulsiones, y casi nunca se relaja.

Y esto pasa porque, debido a que llevamos una vida de estar hipnotizados por todo lo que nuestros sentidos captan del exterior (y nos ofrecen), vamos olvidando nuestra naturaleza verdadera, nos vamos identificando más y más con lo pasajero, lo cambiante y lo que no tiene sustento real.



Y por este ciclo interminable nuestra mente va y viene, como un péndulo, nunca para, nunca está satisfecha, siempre siente que algo falta, que "debe haber algo más", que estamos haciendo algo mal, que somos inadecuados, etc, etc...

Esto es agotador, e inevitablemente genera angustia o sufrimiento. Este ciclo repetitivo se llama Samsara, la rueda del sufrimiento; que sólo se detendrá a la luz de nuestra conciencia. No se va a detener sólo, tenemos que ponernos, implicarnos, tomar esa decisión de emancipación.


Entonces un día aparece Patáñjali, y nos dice: En tu práctica y en tu vida (la práctica es la vida también), busca la ecuanimidad.

Un deseo (o un rechazo, que es lo mismo al fin) viene: mantente ecuánime.

No elijas.

No te identifiques.

Crea ese pequeño espacio, esa distancia de esa fuerza que quiere arrastrarte.

No te apegues. Verás como sin hacer nada, así como llegó, se irá. Sigue haciendo esto, vuélvelo tu práctica.


Existe un punto medio, un punto ecuánime, el cual si aprendes a cultivarlo, se hará tu centro, podrás ver todo desde allí, imperturbable. Sólo seguirás los deseos que quieras, pero ellos no podrán llevarte puesto ni confundirte; eso que cambia no eres, y sabiendo esto prácticamente no sentirás necesidad de nada más, sabrás que estás completo!


En tu práctica de ásana, busca siempre el mismo estado.


En cada ásana, el mismo estado de neutralidad.

Te guste o no te guste ese ásana, te cueste o te sea fácil, te canse o no, tengas ganas o no de hacerlo, te venga una sensación de angustia o una de excitación, siempre busca y cultiva la ecuanimidad.

Practica para conocer y cultivar ese estado.

Que ese estado se vuelva más y más reconocible, hasta que puedas reconocer que tu naturaleza ES eso (y no las fuerzas que van y vienen).

Por supuesto que Patañjali, en su tratado o Dárshana (Yoga Sutra), nos convida de muchísimas técnicas, pistas y consejos para que ese camino se haga más fácil.

Por eso invocamos la energía de Patáñjali antes de comenzar a practicar.


Y por eso, de hecho, si tenemos suerte, practicamos.


Om

🙏🏻🤍✨

Pau




152 visualizaciones10 comentarios

Entradas recientes

Ver todo
bottom of page